Naturaleza


Las islas de Polinesia francesa son todas de origen volcánico, surgidas de la dorsal del Pacífico central. En los archipiélagos nos encontramos con dos tipos de islas: las islas altas, rodeadas de un arrecife de coral, y los atolones, evolución natural de éstas, donde, tras la subsidencia total del volcan original, sólo permanece el arrecife.

Las islas aparecen como volcanes que emergen del fondo del mar. Alrededor de ella se va formando un arrecife de coral, que forma una laguna interior (Tahiti y Mo'orea son un buen ejemplo). Poco a poco, ese arrecife de coral va creciendo, mientras que el volcán se va hundiendo, entrando agua en la caldera (Bora-Bora y Maupiti), hasta que al final la isla desaparece del todo y sólo queda el arrecife: el atolón.

Las islas Marquesas (con una edad de 6,3-1,3 millones de años) son todas islas altas, que carecen de una arrecife de coral, y son de difícil acceso. Su flora y fauna difiere poco de la de los demás archipiélagos. Hay además aquí caballos y cabras, introducidos por los franceses.

En el archipiélago de la Sociedad, se da una gradación: de Tahiti y Mo'orea, islas jóvenes (2,5 a 3 M años, sobre 1 M Tahiti Iti), a Bora-Bora y Maupiti (3-4 M años), islas ya más avanzadas en el proceso. En las Tuamotu, todo son atolones, salvo una excepción, la isla de Makatea.

CLIMA

Polinesia francesa, situada entre el ecuador y el trópico de Capricornio, tiene un clima tropical húmedo, con dos estaciones: la húmeda (verano austral, nov. a abril), muy lluviosa y con temperaturas más altas - y la seca (invierno austral), con pocas lluvias y temperaturas algo más frescas; en ella es corriente que sople el maraamu, viento del SE, que refresca el ambiente.

Los ciclones son un fenómeno corriente en Polinesia francesa.

FLORA

La exuberante vegetación de esta islas del Pacífico se compone de muchas especies, varias de ellas de introducción 'humana', entre las cuales destacan:

  • Cocotero (Cocos nucifera): el árbol esencial de Polinesia: supuestamente introducido por los primeros polinesios, tiene muchos usos: desde el tronco, con el cual se construyen postes y pilotes; las hojas, trenzadas, originan desde cestos a esteras, o sirven para cubrir viviendas; las fibras del coco trenzadas dan cuerdas resistentes, el agua estéril del coco joven sacia la sed, y de su pulpa se saca la leche de coco, ingrediente esencial de la cocina polinesia; la rica pulpa del coco maduro es comestible, y secado, origina la copra, de la cual se extrae el aceite de coco, que se usa para hacer monoï.
  • Árbol del pan (Artocarpus altilis): los europeos lo bautizaron así al ver que los polinesios hacían de él el mismo uso: su fruta blanca es básica en la cocina polinesia, de la que se hace una pasta muy nutritiva. La corteza se utilizaba antaño para hacer tapa.
  • Bananier (Musa sapientum): sus verdes y enormes hojas se utilizan para cubrir los alimentos que se cocinan en el horno tahitiano. Una variedad es el fei, cuya fruta no puede ser consumida cruda.
  • Banian (Ficus prolixa): este arbol, indígena del Pacífico, crece en casi todas las islas altas y posee numerosas raices aéreas densamente entrelazadas.. Antaño, sobre todo en las Marquesas, algunos eran tapu, y bajo sus raices se depositaban los restos de los muertos.
  • Mango (Mangifera indica), muy cultivado en Polinesia, con muchas variedades; su tronco se usa para hacer canoas.
  • Mape (Inocarpus fagiferus), árbol sagrado, agrupado en plantaciones junto a edificios religiosos. Su fruto, comestible, se parece a una castaña.
  • Miro (Thespesia populnea): su madera es muy apreciada en la artesanía y la escultura, y sirve también para la fabricación de toere.
  • Noni (Morinda citrifolia): el fruto de este árbol, de forma de pera rugosa, tiene multitud de propiedades medicinales; crece y se cultiva sobre todo en las Marquesas.
  • Pandano: este árbol, con una talla de cinco a siete metros, se reconoce fácilmente por sus raíces aéreas; sus fuertes hojas trenzadas se utilizan para techar; su flor se llama hinano; se da las islas altas, hasta 800 m., y en los atolones.
  • Tamanu (Callophyllum inophyllum): la madera de este arbol, de tono pardo rojizo, muy resistente e imputrescible, era utilizada en la fabricación de canoas o, todavía hoy, en la escultura, y para la fabricación de toere; y de su fruto se obtiene un aceite con multiples virtudes medicionales, muy apreciado.
  • Frangipani (Plumeria acuminata): este arbusto tiene flores blancas con centro amarillo, muy olorosas (con ellas se hacen cornonas y collares).
  • Hibisco (Hibiscus rosinensis): muy extendido, tiene flores muy olorosas de varios colores, generalmente amarillo-naranja.
  • Purau (Hibiscus tiliaceus): muy ampliamente extendido, sus ramas tienen forma irregular; sus amplias hojas con forma de corazón se utilizan en el horno tahitiano, su corteza, en forma de hilos, sirve para colgar peces de las agallas, y, sus fibras para hacer more, la tradicional falda de fibra de baile polinesia.
Tiare
  • Tiare (Gardenia taitensis): arbusto cuya hermosa y olorosa flor color blanco nieve, de seis pétalos o más, es el emblema de Polinesia. La gente la viste en el pelo, y con ella se hacen collares de flores.
  • Auti o Ti (Cordyline fructicosai): esta liliacea tenía antaño carácter sagrado y era plantada cerca de los edificios religiosos.
  • Taro (Colocasia esculenta): su rizoma rojo-púrpura es muy apreciado en Polinesia.
  • Vainilla (Vanilla tahitiensis). Esta orquídea, cuyo fruto de 20 cm. da el inconfundible sabor, se cultiva todavía en varias islas.

Hay asímismo muchas flores introducidas: bougainvileas, ginger (FOTO), heliconias, y multitud de frutas, más o menos exóticas en occidente: papayas, piñas, pomelos, etc.

FAUNA

La fauna de las islas de Polinesia francesa es pobre en especies, debido a la lejanía de las islas con respecto a las masas continentales.

En Polinesia no hay mamíferos autóctonos. Perros y cerdos fueron introducidos en las islas por los primeros polinesios, y las ratas vinieron con los exploradores europeos. Los caballos y cabras fueron introducidos en las islas Marquesas por los franceses el siglo pasado.

La variedad de reptiles es también escasa. Destaca un gecko amarillento e inofensivo. En Polinesia no hay serpientes.

En cuento a insectos, hay mosquitos, avispas, escolopendras, y, en las Marquesas, el nono, una especie de mosquito muy molesto.

En las islas de Polinesia sí hay una buena variedad de aves, la mayoría marinas; en los atolones, muchas anidan en el suelo. Antiguamente, las plumas de ciertas aves tenían un carácter sagrado. Las aves marinas incluyen golondrinas de mar, fragatas (grandes aves negras de alas largas y estrechas, muy voladoras, y piratas), alcatraces y faetones, con largas plumas blancas en la cola, muy apreciadas. En el atolón de Tetiaroa, la protegida isla de los pájaros es el hogar de muchos de ellos.

También hay varias especies de aves terrestres y pájaros, la mayoría de ellas endémicas, sobre todo en las islas Marquesas y en las Australes.

Los arrecifes de coral, abundantes en Polinesia, son hábitats únicos, que dan cobijo a varias especies. Los corales son animales primitivos en la escala evolutiva, polipos que van formando poco a poco por agregación de carbonato cálcico, los arrecifes con sus esqueletos. Los corales tienen tentáculos urticantes, por lo que no se debe andar descalzo sobre ellos. Entre los corales más comunes hay madréporas, acróporas, Porites, Millepora (corales de fuego), etc. Los corales son muy sensibles y su importancia en el ecosistema, vital.

Los arrecifes de coral son el hogar de muchas especies de cangrejos y moluscos. Entre los cangrejos, hay cangrejos ermitaños, y destaca el cangrejo de los cocoteros, en las Tuamotu, de gran tamaño, que se alimenta de cocos, y el terrestre, plaga que infesta los cocotales cavando una red de túneles.

Los moluscos son unos animales muy abundantes en las aguas polinesias; a destacar, la ostra polinesia, de la cual se saca la perla negra, producto típicamente isleño, pero en sus aguas también se dan tridacnas, conos, Murex, Cypraeas, Terebras, etc... Muchas conchas son utilizadas en la artesanía: collares de conchas, etc. En las aguas de Polinesia viven también equinodermos: varias especies de erizos de mar, en las cavidades del arrecife, y la holoturia.

PECES.-

En los arrecifes y lagunas de Polinesia hay amplia variedad de peces, pero menos de lo que se podría pensar, debido a la lejanía de las islas con respecto a las masas continentales.

En los arrecifes y lagunas rondan varias especies de tiburones: el tiburón gris de arrecife (raira), de 2m. de largo, afilado y poderoso, abundante cerca de los canales; el tiburón limón, se mueve cerca del fondo, y puede ser agresivo; el tiburón de aleta blanca de arrecife, de 3m. de largo, corriente en las islas Tuamotu; y el tiburón de aleta negra de arrecife y de aleta blanca de laguna (mamaru), pequeños, inofensivos, se encuentran en lagunas y canales. Ocasionalmente, según la época del año, se encuentran tiburones tigre y tiburones martillo.

Entre las rayas, destaca la raya armada, armada de una fila de dientes agudos, que suele enterrarse en el fondo, y la raya leopardo, de menor tamaño, pero más peligrosa, debido a su aguijón. La tercera especie es la manta raya, inofensivo filtrador de plancton que puede alcanzar 4m. de anchura, gran nadadora, de dorso azulado y vientre blanco, y gran boca filtradora rodeada de dos salientes.

Y entre los peces de los arrecifes y las lagunas, hay morenas, ocultas en las anfractuosidades del coral, napoleones, meros, peces cirujano, peces mariposa, peces payaso y damiselas (que viven entre los tentáculos venenosos de las anémonas, en simbiosis), lábridos limpiadores, y peces loro, que rompen el coral con sus picos, etc. El pez piedra, disimulado en el fondo, debe ser evitado por su picadura muy venenosa.

Mahi-mahi (corifenas), bonitos y atunes, peces de mar abierto, son muy apreciados por su carne por los polinesios.

TORTUGAS Y CETÁCEOS.-

Las tortugas marinas están en peligro de extinción por su caza masiva y están protegidas; se ha creado una reserva en la isla de Scilly (Manuae) para que puedan poner sus huevos en seguridad. En las aguas de Polinesia, también rondan cetáceos: ballenas, sobre todo en las islas Marquesas y Australes, y varias especies de delfines, por todos los archipiélagos: abundan en los pasos de los atolones, como Rangiroa, donde pueden ser observados en total libertad.

En Nuku Hiva, en las islas Marquesas, se pueden admirar peponocéfalos o delfines de Electra. Y en las Australes, de julio a octubre, ballenas jorobadas.